Desde los feminismos se han construido poderosos análisis y reflexiones que cuestionan las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres. Conceptos como patriarcado, género e interseccionalidad, entre muchos otros, han llevado a revisiones profundas del Estado-nación, las diversas formas de discriminación y subordinación que experimentamos las mujeres en todos los contextos sociales, políticos, económicos y culturales en que nos toca vivir, pensar y actuar.
El ejercicio de dialogar con las experiencias de las mujeres africanas desde la América Latina implica construir un tejido de experiencias en común. Las mujeres organizadas de ambos continentes han puesto sobre la mesa, por ejemplo, los mecanismos que obstaculizan su participación activa en una determinada comunidad política y con esto, posibles agendas transformadoras que vayan más allá de la inclusión y provoquen un cambio en las condiciones que reproducen la subordinación y exclusión de sectores sustanciales de la población. Agendas que nos hablan de un pensamiento anticolonial, poscolonial y descolonial de las mujeres de los sures globales en su diversidad.
La UAM-X como espacio de trabajo
Soy una feminista académica del sur, mi feminismo se construyó estudiando sobre movimientos de mujeres y feminismo en África en un largo camino que inició en la década de los noventa del siglo pasado. Es desde África que muchas de mis reflexiones sobre América Latina se han alimentado. Hija de una familia de clase obrera, nací en un pequeño pueblo de Argentina desde donde comencé la lucha por estudiar sobre África. Pasé por México y Japón en un recorrido determinado en mucho por evitar “el norte” y sus discursos sobre lo que empecé a identificar como un nosotras.
Desde hace más de diez años radico en México y llevo adelante investigación y docencia sobre estudios de mujeres y feminismo. Desde allí he buscado construir un espacio de diálogo desde el sur con África. Diálogo que ha estado marcado por nudos conceptuales como nación y ciudadanía, políticas de la memoria, feminismo(s). La mayoría de mis estudiantes y mis colegas investigan sobre México o América Latina y nuestros programas de estudio se focalizan en nuestro continente.
Mi trabajo ha sido introducir el pensamiento de las africanas y los procesos de la historia africana, en particular de los movimientos de mujeres, abriendo el espectro de lo que es el sur, siendo consciente de los desafíos que implica (desde las carencias, las interlocuciones, los diálogos posibles) habitar y construir un espacio así, desde el sur global.